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El despertador americano, diario de una revolución criolla

La publicación del periódico insurgente El Despertador americano coincide con el periodo que pasan Allende e Hidalgo en Guadalajara. Los ideales revolucionarios de la independencia parecen estar todavía en construcción.

El Despertador americano

20 de diciembre de 1810 a 17 de enero de 1811
Números 1 a 7
Guadalajara
44 pp

Al leer la revista insurgente El despertador americano nos damos cuenta hasta que punto las paradojas de la sociedad en que una revolución nace participan en la construcción de su ideología.

La publicación del periódico insurgente El Despertador americano coincide con el periodo que pasan Allende e Hidalgo en Guadalajara. Su último número lleva la fecha de la derrota insurgente en Puente de Calderón el 17 de enero de 1811.

A lo largo de los 28 días en que se imprimieron los textos, los ideales revolucionarios parecen estar todavía en construcción. Igualmente, se deja ver algunas de las paradojas ideológicas de esta revolución criolla: la aspiración por la libertad y autodeterminación de América coincide con la defensa intransigente de la iglesia católica y de la monarquía española.

El dinamismo de las ideas en El Despertador americano trae a la superficie las potencialidades no-realizadas y las contradicciones de los movimientos de independencia latinoamericanos. Por lo tanto la lectura de esta revista sirve para deconstruir la narrativa nacionalista según a cual la revolución criolla nace con la idea de la nación que creará en el futuro.

Mural de José Clemente Orozco (1936). Palacio del Gobierno de Jalisco, Guadalajara.

Monarquía y revolución

En los siete números de El despertador americano la relación entre la monarquía española y la autodenominada revolución es ambigua y va evolucionando a lo largo de los 28 días en que se imprimieron los textos.

Desde su primer número, el 20 de diciembre de 1810, El despertador Americano defiende la legitimidad de Fernando VII y de las cortes de Cádiz sobre América. Sin embargo, condiciona este apoyo a la plena integración de los Criollos a las cortes de España. Los Enemigos son los franceses y los españoles afrancesados.

En este texto no se habla de mexicanos, sino de Americanos, Criollos e Indianos. México es utilizado para referirse a la Ciudad de México, no al territorio que se reclama. Los únicos símbolos que se podrían identificar del nacionalismo mexicano son el águila de América y María de Guadalupe (p. 46).

La idea de nación

Esto indica que en 1810 el movimiento que resultaría en la independencia de México no tenían la idea de crear una nación mexicana. Los insurgentes que escribieron El despertador de América inscribían su revolución en el contexto de liberación general de la América Española, que en este entonces se encontraba bajo el yugo de los Bonapartes. Asimismo un diálogo del número 3 aboga por la sujeción del continente americano a Cuba en caso de toma de Cádiz por los bonapartistas (p. 21):

— Pues ¿cual es su idea de usted? me dijo entonces.

— Mi idea es, le respondí, hacer esto dependiente de Cuba: ya que ni Mallorca, ni el Continente europeo han servido para Cortes nuestras; y vea usted si queda contento con una obra que se anuncie en el periódico con un título como este: ” Recobro de los ya olvidados derechos de Diego Velázquez. Demostración política de la omnímoda sujeción que este Continente deberá profesar a la isla de Cuba, caso que por alguna contingencia imprevista, el Puerto d Cádiz haya dado la obediencia a los Napoleones.”

Despertador Americano, p. 21

Sin embargo, a lo largo de los días, mientras se acercan a Guadalajara las falanges de Calleja, la crítica a los españoles se vuelve más enfática. Calleja es el bárbaro, con su ejército de traidores. Ahora los enemigos son los gachupines, que son representados como inútiles y tiranos. Además se habla en venganza.

El 3 de enero de 1811, cuando se publica el número 4 del Despertador Americano, el autor pregunta: “¿qué otra cosa es la historia de la dominación española entre nosotros, sino la historia de las más inauditas crueldades?”(p.27) El sueño de la integración al Imperio Español va perdiendo espacio frente a la idea de independencia, de una patria americana.

Aliados globales en El Despertador americano

Lejos expresar aislacionismo, los criollos del Despertador americano están conscientes del contexto global y buscan amistad y diálogo con otras naciones que les puedan ayudar en su lucha.

El segundo número del Despertador americano, publicado el 27 de diciembre de 1810, torna pública una carta del conde Liverpool. En ella el oficial inglés expresa la obligación de “prestar auxilios a las provincias americanas que pensasen hacerse independientes de la España Francesa” (p. 13).

Los autores del Despertador también se expresan su admiración por la Junta Suprema de Caracas (p. 15), que el 19 de abril de 1810 rechazó el Capitán General de Venezuela impuesto por los bonapartistas. Su defensa de la legitimidad de Fernando VII y de la abolición de la esclavitud aproximan los criollos caraqueños a la ideología de los insurgentes en Guadalajara.

El último número del Despertador cierra con una descripción estadística de los Estados Unidos, llena de admiración. La nación de los angloamericanos es descrita como el amigo más seguro, el aliado más fiel de los insurgentes y su movimiento de independencia es el ejemplo a seguir. Evidencia de esto es el apodo de nuevo Washington dado a Hidalgo.

Las paradojas del criollismo

En las páginas del Despertador americano encontramos muchas de las contradicciones del movimiento insurgente. Hay una clara tensión interna en el discurso ideológico de los criollos.

La revolución se justificaba por la manutención de la monarquía española y de la iglesia católica. A través de la defensa intransigente de las instituciones coloniales, los criollos insurgentes buscaban integrarse al imperio español en igualdad a los demás territorios de América.

Mural de José Clemente Orozco (1936). Palacio del Gobierno de Jalisco, Guadalajara.

El Despertador americano en la sociedad colonial

Los que parecen exprimirse en el Despertador americano son los criollos de Guadalajara, una élite. Asimismo no se menciona la abolición de la esclavitud por Hidalgo el 6 de diciembre, en la misma ciudad de Guadalajara.

Sin embargo encontramos una alabanza a Bartolomé de las Casas y se critica la explotación de los indígenas por españoles. La preocupación social también se muestra en el reclamo por la tierra americana. Sin embargo no se sabe si el Desperador reclama la América sólo para los criollos o para todos los Indianos.

En su número 4 el Despertador americano intenta convencer los criollos de Calleja a dejar de luchar por la España francesa de la forma siguiente:

Despertador Americano, pp. 27-28

¿Peleáis por vuestra Patria? Pero ¡Ay! Que vuestra Patria, la América, la Madre legítima que os concibió en su seo, y os alimenta con su substancia, no tiene hasta ahora más que motivos de queja contra vosotros, a quienes mira como hijos desnaturalizados y rebeldes que han tornado las armas contra ella.

¿No estáis asociados con los tiranos que por espacio de trescientos años han saqueado, devastado y aniquilado a la América, con los déspotas que han tenido a vuestra Nación siempre exhausta, siempre exangüe, en la más deplorable escasez, en la más absoluta miseria?

¿Qué otra cosa es la historia de la dominación española entre nosotros sino la historia de las más inauditas crueldades?

¿Qué otra cosa nos manifiesta esta historia, que una lucha rennáz y constante entre Dios, que se ha esmerado en enriquecer nuestro suelo, derramando en él con profusión las fuentes todas de la prosperidad; y entre los Gachupines siempre encarnizados contra nosotros, siempre obstinados en no dejarnos gozar los dones de nuestro Criador?

Tended la vista por toda la extensión de este vasto Continente, dad una ojeada a la opulenta región en que habéis nacido. ¿Gozáis vosotros de su abundancia, gustan de sus dulzuras los hijos de la Patria? ¡Ay! Que al paso que el tirano advenedizo nada entre delicias, al hambriento y andrajoso Indiano falta todo.

Despertador Americano, pp. 27-28

El desenlace

La derrota insurgente en Puente de Calderón vino algunas horas después de que se publicara el último número del Despertador Americano, el 17 de enero de 1810. En este contexto la exhortación final a Miguel Hidalgo gana tonos particularmente dramáticos:

Proseguid pues. Héroe invicto. Héroe inmortal, continuad ese saludable plan de terror de que el mismo enemigo os ha dado las primeras lecciones. Seguid purgando la Patria de los monstruos que la despedazan y devoran.

Despertador Americano, p. 47
Mural de José Clemente Orozco (1936). Palacio del Gobierno de Jalisco, Guadalajara.

Arthur Temporal

Escribo aquí y en Cantos floridos. También soy el responsable de edición y diseño de la revista Encartes.

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